Nuestros antepasados prehispánicos tenían una especial admiración por las aves, ya que les inspiraba a pensar en lo que significa la libertad y majestouosidad de volar.
Es por eso que aves como el QUETZAL, fue divinizado y de ahí surgió la figura de el Dios QUETZALCÓATL (La Serpiente Enplumada); o el CENZONTLE (áve de las 400 voces) a quien el Rey Poeta NEZAHUALCÓYOTL le escribió: “Amo el canto del cenzontle pájaro de 400 voces, amo el color del jade, y el enervante perfume de las flores, pero amo más a mi hermano, el hombre”.
Lo increible del reciente hallazgo revela que, así como en la religión Judeocristiana existe el relato de las Plagas que azotaron al país de Egipto, al parecer existió para los prehispánicos un ave que provocaba incendios en las milpas y maizales, provocando hambre y miseria justo como las plagas de egipto. Los arqueólogos que hicieron el hallazgo, tomando en cuenta ésos datos nombraron al ave descubierta como: "EL PÁJARO QUEMA MAIZ". Cabe recalcar que cuando se presentaban los incendios, en ocasiones había daños colaterales, y las mujeres que se encontraban cosechando el maíz, resultaban quemadas, por lo que también se le llamó a ésta ave el: "PAJARO QUEMA MARÍAS".
También se sabe que tenía un canto más hermoso y con más sonidos (700) que los del CENZONTLE (que emitía sólo 400 sonidos), por lo que también le llaman: EL PÁJARO SETECIENTAS.
